En lo que respecta a la recogida de residuos, los sensores inteligentes han demostrado ser una tecnología revolucionaria para afrontar retos acuciantes. La medición de los niveles de llenado de residuos permite a los ayuntamientos y a las empresas de recogida de residuos recopilar datos valiosos sobre la producción de residuos, cambiar los días de recogida o introducir una recogida dinámica y optimizar las rutas de residuos. Como resultado, el control inteligente de los residuos ayuda a recortar costes, reducir el impacto ambiental y ofrecer mejores servicios a los ciudadanos.
Los sensores ultrasónicos inteligentes son la opción estándar para controlar los niveles de llenado de residuos. Son muy utilizados por su precisión, su medición sin contacto y su capacidad para funcionar bien en diversas condiciones ambientales. Gracias a estos atributos, pueden utilizarse en prácticamente cualquier tipo de contenedor con diversos tipos de residuos. Estos son los principales flujos de residuos que pueden beneficiarse de la implantación de sensores inteligentes:
1. Residuos sólidos urbanos (RSU)
Los residuos sólidos urbanos o residuos domésticos son uno de los flujos de residuos más importantes en las zonas urbanas. La producción de RSU es compleja y dinámica; los sensores pueden aportar información valiosa y permitir a los operadores tomar decisiones con conocimiento de causa. Una de las ventajas más significativas de los sensores es la introducción de la recogida dinámica; sin embargo, gracias a los datos y a las predicciones de los ciclos de llenado, también se puede mejorar la recogida de residuos basada en la frecuencia. La mayor eficiencia en el ámbito de los residuos sólidos urbanos puede medirse utilizando sensores inteligentes en el interior de contenedores semienterrados y subterráneos, ya que los ciclos de llenado son impredecibles. Además, la recogida de estos contenedores exige mucho tiempo y dinero, ya que se necesita un camión de residuos con un brazo hidráulico para recogerlos.
2. Residuos electrónicos
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento en todo el mundo. Por un lado, pueden suponer un riesgo para el medio ambiente y la salud pública al contener materiales peligrosos; por otro, también son una muy buena fuente de recursos escasos y valiosos. Por eso es fundamental recogerlos y manipularlos adecuadamente.
Las cajas o contenedores específicos para residuos electrónicos son una buena forma de recoger los RAEE y este flujo de residuos puede beneficiarse no sólo de la supervisión de los residuos, sino también de una solución de recogida más compleja. Sensoneo proporciona un sistema de este tipo a la empresa de recogida de RAEE de ámbito nacional Asekol, maximizando la eficiencia con datos precisos en tiempo real.
3. Vidrio
El reciclado de vidrio es esencial para conservar las materias primas y reducir los residuos de los vertederos. A diferencia de los RSU, los residuos de vidrio suelen tener un patrón de llenado irregular. Y mientras que a veces los vehículos de recogida encuentran los contenedores de vidrio medio vacíos, otras veces están a rebosar, lo que provoca que el vidrio acabe fuera del contenedor o en el contenedor equivocado. Ambos problemas pueden resolverse con datos procedentes de sensores, lo que permite rutas de recogida más eficientes, minimiza la huella de carbono y aumenta las tasas de reciclaje.
4. Textil
Al igual que el vidrio, los contenedores de textil también tienen ciclos de llenado irregulares. La velocidad a la que se llenan los contenedores es impredecible, lo que dificulta la recogida del textil, y el mantenimiento de la infraestructura de contenedores puede ser todo un reto. Sin embargo, la recogida sin problemas está ligada a una gestión eficaz del almacén, y por eso los datos de los sensores pueden tener un impacto directo en toda la operación.
Ese es también el caso del operador de contenedores textiles Ekocharita, que vio un efecto casi inmediato de la supervisión por sensores. Los costes de la recogida se redujeron en un 20%, el tiempo necesario para recoger una tonelada de textil en un 30%, y lo que aumentó fue el bienestar y la felicidad de los recogedores de textil.
5. Niveles de agua
Aunque no es un flujo de residuos típico, el agua también puede controlarse con sensores inteligentes. La monitorización del agua tiene varias ventajas, ya sea para conocer los niveles de agua dulce o para monitorizar arquetas y evitar fugas. El control de los niveles de agua subterránea en las arquetas con ayuda de sensores se está llevando a cabo, por ejemplo, en ciudades de Noruega, donde se utiliza como solución asequible para recopilar datos sobre la cantidad de agua que se desborda y detectar las arquetas que se están llenando demasiado.
En los últimos años, los sensores de control del nivel de llenado se han convertido en una parte esencial de la gestión inteligente de residuos. Los sensores inteligentes tienen el potencial de revolucionar la gestión de residuos en diversos flujos de residuos. Aparte de los ejemplos mencionados, se utilizan en contenedores con biorresiduos, papel, plástico o residuos industriales, o en instalaciones de reciclaje. Al optimizar los horarios de recogida, reducir el consumo de combustible y minimizar el impacto ambiental, los sensores son una herramienta esencial para crear un sistema de gestión de residuos más sostenible.